La Cítrica, el centro cultural en el que trabajé, cobra vida gracias a la convivencia de las diversidades — Ambra
Estos meses como voluntaria aquí en Murcia han sido meses de gran crecimiento, tanto a nivel profesional como personal. Ha sido una gran escuela de vida, y sin duda ahora tengo muchas experiencias que me llevaré en mi camino.
Empecé a sentir que había echado raíces en La Cítrica solo hace unos meses, cuando me descubrí deambulando por el lugar, abriendo y cerrando la puerta y siempre charlando un poco o intercambiando una sonrisa genuina con las personas hermosas que construyen esta gran familia Cítrica, sin siquiera pensar que en los primeros días aquí, todo me parecía inimaginable y aterradoramente desconocido a los ojos de quien nunca había respirado ese aire.
La Cítrica, el centro cultural en el que trabajé, cobra vida gracias a la convivencia de las diversidades. Siempre lo percibí como una tierra donde valores como la escucha, el respeto, la unicidad y la comunicación eran plantas que necesitaban agua a cada instante para vivir y, sobre todo, crecer en su resistencia más profunda. ☀️